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LA FOTOGRAFÍA EN MEDINA SIDONIA
Miguel Roa Guzmán

Aunque la fotografía fue inventada en 1839 y en 1860 daba ya trabajo a más de 30.000 personas en París, no es hasta las últimas décadas del siglo XIX cuando tenemos constancia de realización de fotografías en Medina Sidonia.

Seguramente los asidonenses que vivían fuera o tenían posibilidades de viajar ya disponían de retratos hechos en los estudios de los fotógrafos en ciudades más grandes como San Fernando, Jerez o Cádiz. Hacia 1880 ya disponemos de evidencias claras de fotografías realizadas tanto por fotógrafos profesionales, seguramente venidos de fuera para hacer su trabajo, como de aficionados que ya disponían de cámara fotográfica, como es el caso del médico Ángel Butrón que realizó instantáneas en las calles de Medina Sidonia, en las que se aprecia el aspecto de las mismas y la vestimenta de los transeúntes.

También hemos encontrado el negativo fotográfico sobre cristal de la Virgen de la Paz fechado en 1878. De la misma época se conservan fotos panorámicas de Medina Sidonia desde el castillo, la Iglesia Mayor, el Ayuntamiento, el Arco de la Pastora y otros lugares del centro de la población, así como escenas familiares, unas veces de manera formal y otras con buen humor donde el retratado aparece disfrazado de sacerdote.

Aproximadamente por estas fechas o pocos años después aparece la primera tarjeta postal con fotografía de Medina Sidonia, anterior sin duda a 1905 donde aparece en un círculo la Plaza de la Constitución tomada desde el Ayuntamiento. El asunto de las tarjetas postales sobre Medina Sidonia, por ser un tema amplio, será tratado en otro momento.

Hasta 1888 los negativos fotográficos habían utilizado como soporte el cristal por lo que la cámara había de ser cargada y descargada con total protección de la luz para el cliché a cada fotografía tomada, eran las placas secas, que aunque permitían hacer copias rápidas y baratas en papel desde los negativos, fue en esta fecha de 1888 cuando George Eastman desarrolló la cámara Kodak que cargaba un rollo de película flexible. La película consistía en un rollo de papel recubierto de una emulsión fotosensible que permitía obtener cien fotografías con una breve exposición de tiempo. Para hacer las copias había que despegar la emulsión del papel. En 1889 se ofreció al público el rollo de película de celuloide y en 1900 aparece la económica Browning que hizo posible que el hacer fotografías se popularizara, aunque fuese primero entre las personas de más nivel económico y cultural.

La mayoría de las copias eran del mismo tamaño que el negativo y se obtenían sobreponiéndole el negativo al papel fotosensible fotográfico y exponiéndolo a la luz el tiempo adecuado.

Aunque en 1903 aparece el primer procedimiento para obtener fotografías en color, realmente se populariza muchísimo más tarde, en la década de los años setenta del siglo XX y es entonces también cuando en Medina Sidonia aparecen las primeras fotos en color (algunas ya se hacían en los años sesenta).

En 1925 aparecen las cámaras de pequeño tamaño con los rollos de treinta y seis exposiciones (aunque esta película se había inventado en 1913) como hoy todavía los conocemos, pero varios formatos de película y tipos de cámaras eran usados hasta que se fue imponiendo este formato de 35 mm. En los años cincuenta deja de ser un lujo y ya no es extraordinario ver a gente tomando fotografías. En 1935 se inventan las diapositivas que permite proyectar estas transparencias para verlas a mucho mayor tamaño sobre una pantalla. En 1947 aparece la primera cámara de fotos instantáneas de la marca Polaroid. Se popularizan las cámaras de visión directa a través del objetivo (reflex) con la posibilidad de intercambiar objetivos de distintas ópticas, incorporando a finales de los sesenta la electrónica que la convierte en un aparato más sofisticado y preciso.

Otro gran aficionado que fotografió Medina Sidonia dando testimonio de su realidad en los años treinta y cuarenta fue el señor Azcón, casado con una asidonense.

Pero ¿cuándo y quiénes hacen fotografías? Los más pudientes o disponían de cámara fotográfica, o hacían venir al fotógrafo a casa para ocasiones especiales, o bien se desplazaban al estudio del fotógrafo (que solía estar en un ático para disponer de luz natural) para hacer retratos a los miembros de la familia.

Alguna familia asidonense se desplaza incluso a Sevilla para fotografiar a sus hijos. El fotógrafo Pedro Herrera, con estudio en la Plaza de Villasis nº 3 de Sevilla, en el año 1900 se anuncia ofreciendo la "única galería especial para retratos de niños" y ofrece como servicios "ampliaciones, reproducciones, miniaturas, trabajos a domicilio, retratos al platino y simili platino".

Las copias en papel hasta años más tarde se realizan sobre un papel fotográfico muy delgado, que posteriormente se pega a un cartón duro en donde aparece impresa, tanto en los laterales como en su parte posterior, la publicidad del fotógrafo, así como los premios obtenidos o las personalidades a las que hace retratos como Reyes, ministros u otras celebridades. Estas cartulinas muy bien impresas y con magnífica decoración y hechura eran encargadas a imprentas de París.

El Almirante don Pascual Cervera se hace fotografiar de uniforme en Puerto Real el 19 de Septiembre de 1901 por el fotógrafo Reyma, con establecimiento abierto en la Plaza de Mina nº 2 de Cádiz, y envía dedicada esta fotografía a su sobrina en Medina Sidonia, doña Rosario Montes de Oca. En otra fotografía aparece don Pascual fotografiado con chistera en el estudio fotográfico de la Vda. De Edg. Debás, en la Carrera de San Jerónimo nº 15 de Madrid, en cuya fotografía se indica que "hay ascensor", gran invento que empezó a popularizarse tras la exposición universal de París de 1889 con los ascensores "seguros" que permitían subir a la torre Eiffel. La familia Cervera es fotografiada por estas fechas al completo por el fotógrafo M. Quijano de San Fernando.

Si bien las personas podían trasladarse a otras poblaciones donde estuviesen instalados los fotógrafos, la ciudad no podía hacerlo y era el fotógrafo (aficionado o profesional) el que debía venir a Medina Sidonia a fotografiarla. Grandes fotógrafos recorrieron la provincia de Cádiz, enviados unas veces para hacer un inventario visual de España o por iniciativa propia para abrir mercados a la par que realizaban sus fotografías, vendiendo vistas, fotografías de obras públicas, edificios, ciudades, obras de arte y retratos o por la curiosidad del viajero de conocer lugares y gentes para plasmarlos en instantáneas. Socios y ayudantes del gran fotógrafo J. Laurent recorrieron la provincia de Cádiz entre los años 1866 y 1897, pero no consta que llegasen a Medina Sidonia, cosa que sí hicieron a poblaciones de nuestro entorno como San Fernando, Chiclana o Vejer.

Sí disponemos de una fotografía (¿1890?), aparte de las ya mencionadas anteriormente de la Virgen y otras, en donde aparece el Parque del Caminillo que en ese momento se llamaba Parque Álvarez Jiménez, que de nuevo cambiaría su nombre después de la Guerra Civil para denominarse del Generalísimo Franco. En esta fotografía del parque de finales del siglo XIX aparece la entrada en el centro de la imagen con las vallas que lo cierran construidas en madera y con una distribución de los espacios similar a la que ha tenido el parque hasta la última remodelación de hace unos años. A la izquierda aparece la carretera de Chiclana y a la derecha el inicio de la calle San Sebastián y la carretera de Paterna. La curiosidad principal estriba en la aparición en estas fechas de postes eléctricos que aparecen conduciendo una línea eléctrica proveniente seguramente de la fábrica de harinas que hubo situada en el solar que hoy ocupan los Transportes Comes, en donde se molía el grano de día y de noche se utilizaban los motores como generadores eléctricos y que daban luz a las casas que tenían contratado el servicio, en donde se pagaba por número de bombillas y no por el consumo que se hiciera. En 1921 se constituyó la Electro Harinera Asidonense S.A., que tenía por objeto "la explotación de energía eléctrica, molturación de granos y semillas, fabricación de harinas, panificación y demás industrias similares o relacionadas con la electricidad y la molienda de ....".

Es de destacar que Medina Sidonia difundió pronto su imagen por toda España con un cuadernillo publicado aproximadamente en el año 1915 llamado PORTFOLIO FOTOGRÁFICO DE ESPAÑA y cuyo cuaderno nº 125 fue dedicado a Medina Sidonia (aunque en el interior también figuran cinco fotografías de Alcalá de los Gazules) con una descripción de Medina y de su partido judicial y once fotografías: Vista Parcial, Los Molinos y Carretera de Medina a Vejer, La Carretera de Medina Sidonia a Chiclana, Arco de la Pastora, Abrevaderos para el ganado, Ayuntamiento, La Fuente Salada, Plaza de Abastos, Iglesia Mayor, Plaza de la Constitución y la Virgen de la Paz. Esto nos hace pensar en la importancia dada a la población para ser objeto de esta publicación.

Cuando se popularizaron los fotógrafos y abren estudios en los pueblos, estos hacen posible que las clases medias, e incluso en ocasiones especiales las clases bajas, puedan acceder a sus servicios; así podemos ver fotografías de familias delante de las chozas que habitaban en el campo o la fiesta de la matanza del cerdo.

Pero las fotografías más normales son las realizadas en la calle con motivo de fiestas, corridas de toros, desfiles procesionales u otros eventos públicos donde el fotógrafo va en busca de los clientes. Muchos de ellos instalan esos días estudios improvisados en las calles con escenarios amueblados de sillas, sillones, mesitas, … para niños o un toro de cartón-piedra casi a tamaño original o un caballo, fondos decorados, a veces incluso el fotógrafo provee de disfraces a los clientes para inducirles a hacerse la foto de recuerdo. Son típicas las imágenes captadas con un fondo pintado con un automóvil o un aeroplano tras el que aparecen los fotografiados como si lo pilotasen. Incluso existía una atracción de feria consistente en tiro con escopeta de aire comprimido, en donde la puntería era recompensada con el premio de una fotografía que se realizaba al accionarse la cámara de fotos con el disparo.

En las fotografías podemos apreciar la moda de cada época, la ropa de diario o de fiesta, tipos de zapatos o de sombreros, modas en el peinado, … cuando el peinado era muy elaborado como las complejas permanentes o rizados, daban motivo para acudir al fotógrafo e inmortalizar ese peinado. A través de estas fotos se aprecian también las clases sociales. Es muy significativa una fotografía tomada en los años treinta del siglo XX en el Parque, donde al lado de un niño bien vestido, calzado y con la tez blanca, aparece otro niño de casi la misma edad pero desarrapado, descalzo y renegrido por el sol. En otra fotografía aparece en el reverso la siguiente leyenda: Recuerdo del día 21 de Octubre de 1919. Medina Sidonia. Marusa, Lica, Luis y Carlos. Abajo Lola, Chito, yo y el criado. En la carretera de Cádiz.

Las fotografías sirven de recuerdo de fechas especiales como la antes reseñada o como la siguiente: Sta. B. Recuerdo de su huesped y amigo L. Medina 23 Enero 1922. Era una buena forma de acordarse de alguien: Toda clase de felicidades en día de tu santo. Tus primas que te quieren: M.P., M.L., C., S. y B. (recuerdos a tus padres y hermanos). En otros se describen las novedades a los ausentes aunque sin demasiado éxito en la siguiente: Medina Noviembre 1947. Para Pelu, que vea el jardín y las naranjas (no se ven bien) y el gatito negro que tengo en el brazo (tampoco sobresale). Fíjate el rosalito que alto va ya. Otro día irá otra foto. Muchos besos de mamá.

Algunos fotógrafos deciden variar sus técnicas para innovar y conseguir clientes al ofrecerles un producto distinto al de la competencia. Uno de ellos en los años veinte (del que desconocemos su nombre y localidad donde residía) recorrió esta zona, pasando por Vejer y trabajando también aquí en Medina Sidonia, este profesional colocaba cuatro espejos de forma vertical formando ángulo entre ellos y dejando delante un espacio para colocar una silla y en ella a la persona que iba a fotografiar de cara a los espejos y de espaldas al fotógrafo, que conseguía fotografiarlo de cinco posturas distintas (de espaldas, de frente, perfiles, ...) y sin salir el fotógrafo reflejado en los espejos (camuflado probablemente con unas cortinas).

Unas fotografías que se popularizaron al final del siglo XIX fueron las fotos estereoscópicas, que se realizaban con una cámara con dos objetivos y que conseguía dos fotos simultáneas casi iguales y que luego montadas en soporte de cartón rígido y vistas con un estereóscopo (visor con dos lentes y un separador) hacían ver en relieve el lugar fotografiado. No nos consta que se hiciesen este tipo de fotografías en Medina Sidonia, aunque si era normal que algunos asidonenses tuviesen este aparatito y comprasen estos montajes de fotos de otros lugares.

Los fotógrafos actuaban más como artesanos que como artistas y no siempre firmaban sus fotos, por lo que desconocemos la autoría de muchas de las fotografías. Nos consta que un fotógrafo llamado F. Rojas trabajó en Medina Sidonia a principios del siglo XX, aunque también tenía estudio fotográfico en la C/ Méndez Núñez nº 11 de Cádiz. El fotógrafo Vicente Cortegana que tenía su estudio en la C/ Síñigo nº 2 de Medina Sidonia trabajó aquí al menos desde 1907 hasta 1930.

En las fiestas o en las escuelas o colegios de la localidad aparecían fotógrafos de otras localidades, normalmente de Cádiz, pero también de ciudades como Pueblo Nuevo (Córdoba), Madrid o E. Utrilla de Valencia, que cada año en la década de los cincuenta fotografiaba a los alumnos del Colegio Santo Ángel que regentaba doña Angelita Macías. De otros fotógrafos conocemos el nombre, pero no la localidad de donde procedían. Estos fotógrafos foráneos se alojaban en las pensiones: aparecen fotografías hechas en la actual Pensión Sidón a finales del siglo XIX y en los años cuarenta del siglo XX el patio de esta pensión era utilizado como plató para las fotografías de primera comunión de niños y niñas.

Un lugar donde vieron la luz muchas fotografías de la ciudad en las décadas de los cincuenta, sesenta y setenta fue en los cuadernillos de feria. Unas veces fueron fotos copiadas de las tarjetas postales, otras de fotógrafos profesionales y otras de aficionados que sirvieron de cronistas como es el caso de Amosa; cuadernillos o programas de feria que hacían las veces de anuario o de revista cultural con la difusión de artículos o poesías, por ejemplo.

Después de la Guerra Civil trabaja hasta los años cincuenta un fotógrafo llamado Dionisio, que vivía y trabajaba en la Posada El Cristalero. Completaba su oficio de fotógrafo buscando y vendiendo hierbas medicinales. Solía bajar al Parque del Caminillo donde retrataba a los paseantes; es de lamentar que todo el archivo de negativos de este fotógrafo desapareciera tras el hundimiento de un techo, yendo a parar todos los negativos junto con los escombros al vertedero. También desarrolló la profesión en esta fechas un fotógrafo inválido, llamado Juan Vera. Durante algunos años no trabajó de forma fija ningún fotógrafo en Medina Sidonia, hasta que en los sesenta abren sus correspondientes gabinetes los fotógrafos Manuel Estrada Guerrero, Simón Cornejo López y José Calderón Carreras, dedicándose profesionalmente a ello (aunque alguno lo simultanea con otros trabajos para complementar su economía). Estos fotógrafos estarán en activo hasta los años noventa. Se conservan los negativos del archivo fotográfico de Manuel Estrada, que ha cedido para su estudio y difusión al Excmo. Ayuntamiento de Medina Sidonia.

Cuando el gran público accede a la fotografía es a partir de los años sesenta y setenta. El revelado de carretes y copias son realizados en principio por los fotógrafos antes citados y cuando no era posible eran enviados a estudios fotográficos de mayor envergadura, situados en otras poblaciones como Cádiz o Sevilla. Algunos aficionados dispusieron de su propio laboratorio que improvisaron en su casa. Al imponerse posteriormente el color en la fotografía, quedó monopolizado por los laboratorios automáticos, a los que seguimos recurriendo en la actualidad a través de numerosos comercios que actúan de punto de recogida y devolución, además de los profesionales de la fotografía que en la actualidad trabajan en Medina Sidonia.

Entre otros testimonios quedaron en estas fotos los de sacerdotes que ejercieron su ministerio en nuestra ciudad, como el Padre Alonso Montes de Oca Cervera (sobrino de Pascual Cervera), el Padre Tarín (en proceso de beatificación), el Padre Vedelín que estuvo en Medina Sidonia desde 1910 hasta su muerte en 1954, del Padre Doña que en los años treinta se atrevía a posar en bañador en la playa de Cádiz, el Padre Welly (misión jesuita venida a la ciudad), el Padre Quirós, el Padre Rivas, el Padre Moya, el Padre Ortega, …y tantos otros.

También nos ha quedado un largo testimonio de las distintas escuelas y colegios que educaron a las generaciones pasadas: Colegio del Pilar, Colegio del Santo Ángel, Colegio de Nuestra Señora de la Paz (Sor María Cristóbal, Sor Manuela, Sor Consuelo, Sor Cleofé, Sor Josefa, Sor Isabel, ...), la escuela de doña Magdalena, la escuela de don Ángel Ruiz Enciso, escuelas en la casa parroquial, escuela de niñas de doña María González, …

Algunos de los momentos y personas que han sido reflejados en estas fotografías de nuestra historia reciente han sido: La apertura en 1926 del Banco Español de Crédito, Jorge (el chofer negro del Cadillac de don Ramón Ortega en los años treinta), el americano John Taylor (comandante de la base de Rota en los años sesenta) que compró y adecuó a vivienda Los Molinos, el Correo (Cádiz-Medina-Alcalá), corporaciones municipales de la república y anteriores o la primera corporación democrática después de la muerte de Franco. Los columpios de feria, los equipos de futbol, la Cruz de los Caídos que hasta los años ochenta y desde la Guerra Civil permaneció en la plaza de la Iglesia Mayor. La máquina de coser Estrella o la Singer (con curso para el aprendizaje de su manejo), el teléfono o los primeros coches Seat 600 o Gordini (llamado el coche de las viudas por su tendencia a volcar). La impresionante feria de ganado de 1914 o la actuación de la Sección Femenina en la Alameda. El Cine Thebussem o el cine de verano en la Calle San Sebastián.

Todo esto y multitud de cosas, más permanecen plasmadas en los cientos (¿miles?) de fotografías que aún conservamos desde la aparición de este maravilloso invento en nuestras casas, propias o heredadas, y que recuerdan esa historia cotidiana de estos últimos 125 años en Medina Sidonia, de los que la fotografía y los fotógrafos han sido testigos.


Bibliografía consultada:

Imágenes para la historia. Colección J. Laurent y Cia 1866-1879 de la provincia de Cádiz.
                       Fundación Provincial de Cultura de la Diputación de Cádiz.
Manual práctico de Fotografía para aficionados. F. Granada y Cª Editores (Edición facsímil)
Portfolio Fotográfico de España. Cuaderno Nº 125 . Medina Sidonia
Estatutos de la Electro Harinera Asidonense S.A.
Doctor Thebussem. Obra, Tiempo y Tierra. Paco Benítez Aguilar
El Gran Libro de Consulta. El País/Altea
Atlas histórico mundial. Ediciones Istmo.
Varios Programas de Feria de los años 50 y 60. Editados por el Excmo. Ayuntamiento Medina S.
Varias páginas de Internet obtenidas a través del buscador www.google.com


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